Es esta una obra que emociona y conmociona. Su crudeza no
está reñida con la innegable calidad literaria de un texto que tiene un lugar
privilegiado en la literatura de nuestro país. Juan Goytisolo (Barcelona,
1931), plasmó una de las más bellas, emotivas y crueles estampas de la guerra
civil española, Duelo en el Paraíso. Anónima quizás, pero de ahí
precisamente, de ese anonimato del que surge la historia, surge también la
inmisericordia de lo narrado.
Un grupo de niños huérfanos, refugiados de la guerra civil,
convive en una finca del pirineo catalán, El Paraíso. Como en un juego
infantil, esos niños emulan la guerra que ven y padecen, las batallas, los
escarceos guerrilleros de los mayores, tan a conciencia, tan metidos en el
conflicto, que terminan dando muerte a un niño vecino, Abel Sorzano.
Con una prosa magistral y elegante, Juan Goytisolo va
reconstruyendo la vida del niño Abel Sorzano, su llegada al pueblo, la relación
con su tía moribunda y malhumorada y con su prima enamoradiza, con la guerra y los
demás niños. Una novela, en definitiva, llena de matices, de sensacional
literatura, un texto que muestra la altura literaria de Juan Goytisolo a sus 23
años (edad con la que escribió la novela), y hoy desgraciadamente sólo encontrable
en librerías de viejo, lo que tendría que hacer reflexionar al gremio editor.
A pesar del tiempo, la novela está de total actualidad,
por el tema, pero, sobre todo, porque los sentimientos no caducan, porque
seguimos con el odio enquistado, con la revancha tiritando de rabia, y eso,
aunque no lo parezca, es también literatura, que, en la pluma de Juan
Goytisolo, trasciende de las páginas, del texto y de la vida para convertirse
en magistral relato.
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