jueves, 13 de septiembre de 2012

PRISIONEROS DEL PARAÍSO



Es esta una obra que emociona y conmociona. Su crudeza no está reñida con la innegable calidad literaria de un texto que tiene un lugar privilegiado en la literatura de nuestro país. Juan Goytisolo (Barcelona, 1931), plasmó una de las más bellas, emotivas y crueles estampas de la guerra civil española, Duelo en el Paraíso. Anónima quizás, pero de ahí precisamente, de ese anonimato del que surge la historia, surge también la inmisericordia de lo narrado.
Un grupo de niños huérfanos, refugiados de la guerra civil, convive en una finca del pirineo catalán, El Paraíso. Como en un juego infantil, esos niños emulan la guerra que ven y padecen, las batallas, los escarceos guerrilleros de los mayores, tan a conciencia, tan metidos en el conflicto, que terminan dando muerte a un niño vecino, Abel Sorzano.






Con una prosa magistral y elegante, Juan Goytisolo va reconstruyendo la vida del niño Abel Sorzano, su llegada al pueblo, la relación con su tía moribunda y malhumorada y con su prima enamoradiza, con la guerra y los demás niños. Una novela, en definitiva, llena de matices, de sensacional literatura, un texto que muestra la altura literaria de Juan Goytisolo a sus 23 años (edad con la que escribió la novela), y hoy desgraciadamente sólo encontrable en librerías de viejo, lo que tendría que hacer reflexionar al gremio editor.
A pesar del tiempo, la novela está de total actualidad, por el tema, pero, sobre todo, porque los sentimientos no caducan, porque seguimos con el odio enquistado, con la revancha tiritando de rabia, y eso, aunque no lo parezca, es también literatura, que, en la pluma de Juan Goytisolo, trasciende de las páginas, del texto y de la vida para convertirse en magistral relato. 

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