viernes, 25 de enero de 2013

EN MITAD DE LO DESCONOCIDO





Esta también podría ser la gran novela americana. Y no sólo por sus casi setecientas páginas, sino por ese gusto tan americano por las grandes sagas familiares (probablemente fruto de su analfabetismo cronológico). Ya sorprendió su autor, Jefferey Eugenides (Detroit, 1960), son su primera novela, Las vírgenes suicidas. En el 2002, con el espaldarazo del Premio Pulitzer, escribió Middlesex, una novela potente desde el principio, ambiciosa, con cierto tono épico.
Señoras y señores, esta es la historia de la familia Stephanides. Así podría haber empezado, sin temor a engaño. Desde que la abuela del (o la) protagonista, Desdémona Stephanides, decide casarse con su hermano y huir a América, un resorte largamente oculto parece ponerse en marcha. Calliope es protagonista y narradora de la obra. Primero como la chica desgarbada y sin formas que vive una extraña convulsión interna en ese tiempo en que la pubertad y el deseo sexual van abriéndose camino. Luego, Calliope es Cal, un agregado cultural en Berlín. Entre una cosa y la otra, transcurre esta historia hermosa, inspiradora, elegiaca, una historia que pone de manifiesto el alto vuelo literario de su autor.




Jeffrey Eugenides demuestra que sabe manejar los tiempos de la narración, ya que la primera página nos desvela el secreto de Calliope – Cal, a saber, que nació siendo niña y luego se fue haciendo hombre. El tener este dato (fundamental e imprescindible) en nuestras manos, no quita un ápice de interés a la novela, ya que es precisamente el tránsito entre sexos lo que forma el cuerpo narrativo. Y ese cuerpo, la intrahistoria familiar, es lo que realmente subyuga. Por todo esto creo que no es exagerado decir que Jeffrey Eugenides está entre los mejores autores americanos de la actualidad. 

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