lunes, 20 de agosto de 2012

UN SOLO DE TROMPETA





Lo que en un principio iba a ser un manual al más puro estilo turístico, desembocó, en las manos de Boris Vian (Ville-d´Avray 1920- Paris 1959), en un recorrido por el mito del barrio de Saint-Germain-des-Prés. Desde su arquitectura, sus negocios y sus bulliciosos cafés, hasta las cuevas, los personajes y las anécdotas que allí acontecieron, Boris Vian nos sumerge de lleno en la vida del barrio, con su estilo irreverente y moderno, con la ácida mirada de quien fue testigo directo de lo que cuenta.
Después de un exhaustivo estudio geográfico y sociológico, nos abre las puertas de míticos locales como el Lipp, el Deux Magots, el Tabou o el archiconocido Flore, plagado de personajes como Queneau, Sartre, Gide, Camus o Simone de Beauvoir. Pero sobre todo habla de libertad, de costumbres, y desmitifica creencias como la del existencialismo, o la de que todos fueran unos borrachos degenerados.



  
La música, pasión de Boris Vian que colocaba por encima de la literatura misma, está presente en todo el texto. A veces de forma evidente, con su devoción por los jazzman y, otras veces, sobrevolando la narración como si él mismo fuera el músico solitario encima del escenario, que más que narrar crea el ambiente propicio para la narración misma, con su prosa potente, desgarrada como un solo de trompeta, de un efecto que causa una conmoción directa, con todos los matices de una vibración sonora.
La brevedad de sus retratos no son, por el contrario, esquemas, sino más bien una versión interpretada con la ironía natural de su escritura, como un ejercicio de estilo propio de Queneau, con una plasticidad tan rotunda como lo es este Manual, este emblema que es, a su vez, crónica de otro emblema, de la época y el barrio de Saint-Germanin-des-Prés.

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