Lo que en un principio iba a ser un manual al más puro
estilo turístico, desembocó, en las manos de Boris Vian (Ville-d´Avray 1920-
Paris 1959), en un recorrido por el mito del barrio de Saint-Germain-des-Prés.
Desde su arquitectura, sus negocios y sus bulliciosos cafés, hasta las cuevas,
los personajes y las anécdotas que allí acontecieron, Boris Vian nos sumerge de
lleno en la vida del barrio, con su estilo irreverente y moderno, con la ácida
mirada de quien fue testigo directo de lo que cuenta.
Después de un
exhaustivo estudio geográfico y sociológico, nos abre las puertas de míticos
locales como el Lipp, el Deux Magots, el Tabou o el archiconocido Flore,
plagado de personajes como Queneau, Sartre, Gide, Camus o Simone de Beauvoir.
Pero sobre todo habla de libertad, de costumbres, y desmitifica creencias como
la del existencialismo, o la de que todos fueran unos borrachos degenerados.
La música,
pasión de Boris Vian que colocaba por encima de la literatura misma, está
presente en todo el texto. A veces de forma evidente, con su devoción por los jazzman
y, otras veces, sobrevolando la narración como si él mismo fuera el músico
solitario encima del escenario, que más que narrar crea el ambiente propicio
para la narración misma, con su prosa potente, desgarrada como un solo de
trompeta, de un efecto que causa una conmoción directa, con todos los matices
de una vibración sonora.
La brevedad de
sus retratos no son, por el contrario, esquemas, sino más bien una
versión interpretada con la ironía natural de su escritura, como un ejercicio
de estilo propio de Queneau, con una plasticidad tan rotunda como lo es este
Manual, este emblema que es, a su vez, crónica de otro emblema, de la época y
el barrio de Saint-Germanin-des-Prés.
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